domingo, 1 de febrero de 2015

RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN


Fue un extraordinario prosista, autor de algunas de las mejores obras narrativas de las décadas iniciales del siglo XX. Se pueden distinguir dos etapas en su trayectoria narrativa:

§  Primera etapa. Está constituida por novelas que se inscriben en la corriente modernista. Son fundamentales en este periodo las Sonatas, conjunto de cuatro novelas breves que recogen las memorias ficticias del marqués de Bradomín, un viejo donjuán que el propio autor define como “feo, católico y sentimental”. La obra, de tono melancólico y decadente, está escrita en una prosa muy elaborada, que se caracteriza por su musicalidad y exquisita elegancia.

§  Segunda etapa. Valle emplea en las novelas de esta época un estilo revolucionario, basado en la deformación grotesca de personajes y situaciones. Las obras más representativas son Tirano Banderas, que tiene por protagonista al sanguinario dictador de una república hispanoamericana, y El ruedo Ibérico, trilogía de carácter histórico que se ambienta en el reinado de Isabel II.
En teatro, Luces de Bohemia, su mejor obra:
 
¿Qué es el esperpento?
 
El esperpento es un nuevo subgénero creado por Valle-Inclán que está entre la tragedia y el teatro grotesco y  satírico. La palabra esperpento no es inventada por Valle,  es de uso coloquial y significa: “Persona o cosa que destaca por su fealdad, desaliño o mala traza.”. Sin embargo, es usada por Valle para nombrar a todo un subgénero dramático.
La mejor definición del esperpento nos la da el propio Valle a través de su obra. Precisamente en  Luces de bohemia por medio  de lo que dicen sus personajes en la escena XII descubrimos que es el esperpento:
 
ESCENA DOCE
MAX.- ¡Don Latino de Hispalis, grotesco personaje, te inmortalizaré en una novela!
DON LATINO.- Una tragedia, MAX.
MAX.- La tragedia nuestra no es tragedia.
DON LATINO.- ¡Pues algo será!
MAX.- El Esperpento.
DON LATINO.- No tuerzas la boca, Max .
MAX.- ¡Me estoy helando!
DON LATINO.- Levántate. Vamos a caminar.
MAX.- No puedo.
DON LATINO.- Deja esa farsa. Vamos a caminar.
MAX.- Échame el aliento. ¿Adónde te has ido, Latino?
DON LATINO.- Estoy a tu lado.
MAX.- Como te has convertido en buey, no podía reconocerte. Échame el aliento, ilustre buey del pesebre. ¡Muge, Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá el Buey Apís. Le torearemos.
DON LATINO.- Me estás asustando. Debías dejar esa broma.
MAX.- Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.
DON LATINO.- ¡Estás completamente curda!
MAX.- Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO.- ¡Miau! ¡Te estás contagiando!
MAX.- España es una deformación grotesca de la civilización europea.
DON LATINO.- ¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX.- Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO.- Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del
Gato.
MAX.- Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO.- ¿Y dónde está el espejo?
MAX.- En el fondo del vaso.
DON LATINO.- ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!
MAX.- Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.
 
 

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