domingo, 28 de septiembre de 2014

MARIANELA DE BENITO PÉREZ GALDÓS [LECTURA RECOMENDADA]

 
BENITO PÉREZ GALDÓS. MARIANELA. VICENS-VIVES.
AULA DE LITERATURA
 
 
 
Marianela es una novela del escritor español Benito Pérez Galdós publicada en 1878, cerrando el conjunto de sus novelas de tesis. En ella aparecen algunos personajes secundarios que luego serán protagonistas en el ciclo de las novelas españolas contemporáneas. Cuenta la vida trágica de la niña Nela (Marianela), enamorada del ciego de nacimiento Pablo. La acción transcurre entre Socartes, pueblo minero, y Aldeacorba, zona agrícola, donde vive don Francisco Penáguilas con su hijo Pablo. La vida ha sido generosa con el señor de Penáguilas, pero todo su bienestar se halla ensombrecido por la ceguera de su hijo. Pablo es feliz al lado de su lazarillo, una muchacha que todos llaman la "Nela"; con ella pasea, habla y se deleita. Nela, por su parte, pobre huérfana que vive con la familia del capataz de las minas, Centeno, menospreciada por todos, incapaz de nada útil, sólo siente alegría acompañando a Pablo. Las almas de los dos están compenetradas de tal manera, que Pablo un día le promete casarse con ella.
El ciego piensa que su lazarillo debe ser de extraordinaria belleza, expresión de su bondad. Pero a Socartes ha llegado el hermano del ingeniero, don Teodoro Golfín, famoso oftalmólogo, y uno de los motivos de su viaje es tratar de curar a Pablo. Don Francisco de Penáguilas ansía ardientemente que el doctor vea a su hijo, pues, aunque ha sido desahuciado por todos los grandes médicos, no se aviene con la fatalidad de que su hijo sea incurable. ¿Por qué la naturaleza al colmarle de bienes materiales le ha de negar lo único que puede hacerle feliz? Precisamente su hermano Manuel y él acaban de heredar de un primo, lo que viene todavía a acrecentar su fortuna. Fortuna que no tendrá finalidad, a no ser que Pablo obtenga el sentido de la vista, en cuyo caso se celebraría su matrimonio con su prima Florentina, muchacha bellísima, hija de Manuel.
La operación de Pablo y el éxito del resultado desembocarán en un dramático final.
 
Marianela ha sido llevada dos veces al cine; la primera vez en 1040 bajo la dirección de Benito Perojo; y la segunda la producción hispano-francesa dirigida en 1973 por Angelino Fons con Rocío Dúrcal en el papel de protagonista:
 
 
 
CONTROL DE LECTURA
 
1. Escribe en tres o cuatro líneas lo que consideras tú la idea principal o el "mensaje" quiere transmitir.
 
2. Explica qué es lo que causa la muerte de Marianela y cómo podría haberse evitado.
 
3. Señala cuál es el personaje que mejor te cae de la novela. Justifica tu respuesta. también habrá algún personaje que te resulte menos simpático. localízalo y explica sus cualidades negativas.
 
4. ¿Qué diferencias encuentras entre la forma de reaccionar ante el mundo de Teodoro Golfín y Marianela? Justifica la respuesta.
 
5. En los capítulos 19 y 21 se expone la "tesis" de la novela; subraya aquellos pasajes donde aparece formulada.
 
6. Intenta localizar algún refrán tradicional castellano que resuma la suerte final de Nela: querida, homenajeada e inmortalizada en una tumba de extraordinaria riqueza cuando ella ya no puede disfrutarlo.
 
7. Señala y comenta los elementos irónicos que se perciben en el capítulo último. ¿Qué actitud manifiesta Galdós hacia los turistas? Justifica tu respuesta.
 
8. Subraya y repasa las veces que Marianela se desprecia a sí misma. ¿Consideras que otorga demasiada importancia a la belleza física? Justifica tu respuesta.
 
9. Pese a la ubicación santanderina, Madrid también está presente en Marianela. Localiza y comenta la función que la capital de España cumple en el relato.
 
10. Selecciona y comenta la descripción del espacio que más te haya gustado de la novela.
 
11. Busca alguna descripción en la que se produzca la humanización del paisaje; subraya aquellos términos en los que adviertas esa personificación de forma más clara.
 
12. Ahora vas a efectuar labores de crítico literario: llevarás a cabo un escrito en el que explicarás los elementos que más te han gustado y disgustado de la novela; como desenlace resumirás las razones para recomendar su lectura.



LO MEJOR DE BÉCQUER [LECTURA RECOMENDADA]


GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER. LEYENDAS Y RIMAS. VICENS-VIVES.
 AULA DE LITERATURA
 
 
 
 
 
  • RIMAS [Selección de José María Vaz de Soto]
 

jueves, 25 de septiembre de 2014

ACTIVIDAD I: TIPOS DE "SE"


1.      Determina el tipo de Se, y añade la función sintáctica si la tiene

1.      Carlos se peina el pelo

2.      La puerta se abrió

3.      Se leyó el libro sin rechistar

4.      Se desconvocó la reunión.

5.      Aquí se hacen muebles baratos.

6.      Se busca a un alumno capaz de eso.

7.      En este país no se respetan los derechos humanos.

8.      No se le dicen esas cosas a un padre.

9.      No sabíamos cómo se producía el humo.

10.  El agua de la botella se acabó.

11.  No se le van a perder los perros.

12.  En su apartamento el mismo se cosió el botón.

13.  Se espera grandes nevadas para mañana.

14.  El niño se aprendió la lección.

15.  Los atletas no se esforzaban lo suficiente.

16.  Se presta dinero.

17.  Se había cortado el cabello.

18.  Tras el apagón se caminaba a tientas.

19.  No se nos quejó nadie.

20.  Se me ha caído el sombrero.

LA ORACIÓN SIMPLE SEGÚN EL TIPO DE "SE"


1.      Con Función Oracional:

a.       Variante de “LE/LES”: Es, en realidad, un “le/les” pronombre referente de complemento indirecto. Aparece cuando complemento directo (CD) e indirecto (CI) son sustituidos por sus pronombres a la vez en la misma frase. Esto crearía cacofonía, así que “le/les” se convierte en “se”. Al ser su sustituto, este “se” siempre funciona de CI: Él se lo compraba.

 

b.      Oración Simple REFLEXIVA con “SE”: Aparece cuando el sujeto realiza y recibe la acción a la vez. Suele funcionar de CD, exceptuando cuando ya hay otro CD en la oración, en cuyo caso el pasa a desempeñar la función de CI:

§  Reflexiva con SE de CD: María se lava.

§  Reflexiva con SE de CI: María se lava la cara.

 

c.       Oración Simple RECÍPROCA con “SE”: Los dos entes del sujeto se realizan la acción uno a otro. Al igual que el anterior, es CD a no ser que ya haya un CD en la oración, en cuyo caso pasa a ser CI:

§  Recíproca con SE de CD: Juan y María se escriben.

§  Recíproca con SE de CI: Juan y María se escriben cartas.

 

2.      Sin Función Oracional:

a.      Pronominal: Es un “se” necesitado por el verbo, ya que varía su significado con él (enamorarse, sentarse…): El niño se queja de un dolor en el brazo.

 

b.      Dativo de interés: Es un “se” que no aporta ninguna información, sólo énfasis (interés), por lo tanto se puede prescindir de él en la oración: El hombre se bebió un vaso de vino.

 

c.       Impersonal: Es aquella oración construida con “se” y que no tiene sujeto. El verbo aparece en tercera persona del singular: Se castiga a los niños.

 

d.      Pasiva refleja: Como en la pasiva perifrástica, el sujeto no realiza la acción, sino que la padece. La mejor prueba para encontrarlo es transformar la oración en pasiva perifrástica y añadirle un complemento agente. El verbo aparece en tercera persona del singular o del plural: Se conocieron los resultados.

lunes, 22 de septiembre de 2014

UN DÍA DE ESTOS DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ


El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio Escovar, dentista sin título y buen madrugador, abrió su gabinete a las seis. Sacó de la vidriera una dentadura postiza montada aún en el molde de yeso y puso sobre la mesa un puñado de instrumentos que ordenó de mayor a menor, como en una exposición. Llevaba una camisa a rayas, sin cuello, cerrada arriba con un botón dorado, y los pantalones sostenidos con cargadores elásticos. Era rígido, enjuto, con una mirada que raras veces correspondía a la situación, como la mirada de los sordos.

Cuando tuvo las cosas dispuestas sobre la mesa rodó la fresa hacia el sillón de resortes y se sentó a pulir la dentadura postiza. Parecía no pensar en lo que hacía, pero trabajaba con obstinación, pedaleando en la fresa incluso cuando no se servía de ella.

Después de las ocho hizo una pausa para mirar el cielo por la ventana y vio dos gallinazos pensativos que se secaban al sol en el caballete de la casa vecina. Siguió trabajando con la idea de que antes del almuerzo volvería a llover. La voz destemplada de su hijo de once años lo sacó de su abstracción.

-Papá.

-Qué.

-Dice el alcalde que si le sacas una muela.

-Dile que no estoy aquí.

Estaba puliendo un diente de oro. Lo retiró a la distancia del brazo y lo examinó con los ojos a medio cerrar. En la salita de espera volvió a gritar su hijo.

-Dice que sí estás porque te está oyendo.

El dentista siguió examinando el diente. Sólo cuando lo puso en la mesa con los trabajos terminados, dijo:

-Mejor.

Volvió a operar la fresa. De una cajita de cartón donde guardaba las cosas por hacer, sacó un puente de varias piezas y empezó a pulir el oro.

-Papá.

-Qué.

Aún no había cambiado de expresión.

-Dice que si no le sacas la muela te pega un tiro.

Sin apresurarse, con un movimiento extremadamente tranquilo, dejó de pedalear en la fresa, la retiró del sillón y abrió por completo la gaveta inferior de la mesa. Allí estaba el revólver.

-Bueno -dijo-. Dile que venga a pegármelo.

Hizo girar el sillón hasta quedar de frente a la puerta, la mano apoyada en el borde de la gaveta. El alcalde apareció en el umbral. Se había afeitado la mejilla izquierda, pero en la otra, hinchada y dolorida, tenía una barba de cinco días. El dentista vio en sus ojos marchitos muchas noches de desesperación. Cerró la gaveta con la punta de los dedos y dijo suavemente:

-Siéntese.

-Buenos días -dijo el alcalde.

-Buenos -dijo el dentista.

Mientras hervían los instrumentos, el alcalde apoyó el cráneo en el cabezal de la silla y se sintió mejor. Respiraba un olor glacial. Era un gabinete pobre: una vieja silla de madera, la fresa de pedal, y una vidriera con pomos de loza. Frente a la silla, una ventana con un cancel de tela hasta la altura de un hombre. Cuando sintió que el dentista se acercaba, el alcalde afirmó los talones y abrió la boca.

Don Aurelio Escovar le movió la cara hacia la luz. Después de observar la muela dañada, ajustó la mandíbula con una cautelosa presión de los dedos.

-Tiene que ser sin anestesia -dijo.

-¿Por qué?

-Porque tiene un absceso.

El alcalde lo miró en los ojos.

-Está bien -dijo, y trató de sonreír. El dentista no le correspondió. Llevó a la mesa de trabajo la cacerola con los instrumentos hervidos y los sacó del agua con unas pinzas frías, todavía sin apresurarse. Después rodó la escupidera con la punta del zapato y fue a lavarse las manos en el aguamanil. Hizo todo sin mirar al alcalde. Pero el alcalde no lo perdió de vista.

Era una cordal inferior. El dentista abrió las piernas y apretó la muela con el gatillo caliente. El alcalde se aferró a las barras de la silla, descargó toda su fuerza en los pies y sintió un vacío helado en los riñones, pero no soltó un suspiro. El dentista sólo movió la muñeca. Sin rencor, más bien con una amarga ternura, dijo:

-Aquí nos paga veinte muertos, teniente.

El alcalde sintió un crujido de huesos en la mandíbula y sus ojos se llenaron de lágrimas. Pero no suspiró hasta que no sintió salir la muela. Entonces la vio a través de las lágrimas. Le pareció tan extraña a su dolor, que no pudo entender la tortura de sus cinco noches anteriores. Inclinado sobre la escupidera, sudoroso, jadeante, se desabotonó la guerrera y buscó a tientas el pañuelo en el bolsillo del pantalón. El dentista le dio un trapo limpio.

-Séquese las lágrimas -dijo.

El alcalde lo hizo. Estaba temblando. Mientras el dentista se lavaba las manos, vio el cielorraso desfondado y una telaraña polvorienta con huevos de araña e insectos muertos. El dentista regresó secándose las manos. “Acuéstese -dijo- y haga buches de agua de sal.” El alcalde se puso de pie, se despidió con un displicente saludo militar, y se dirigió a la puerta estirando las piernas, sin abotonarse la guerrera.

-Me pasa la cuenta -dijo.

-¿A usted o al municipio?

El alcalde no lo miró. Cerró la puerta, y dijo, a través de la red metálica.

-Es la misma vaina.

1. TEMA DEL CUENTO

2. RESUMEN DEL CUENTO

3. OPINIÓN PERSONAL [MÍNIMO 10 LÍNEAS]

4. ¿QUIÉN ES EL AUTOR? UTILIZA INTERNET Y AÑADE UNA PEQUEÑA BIOGRAFÍA

5. ESCRIBE TRES OBRAS QUE LO REPRESENTEN:

 6. ¿QUÉ SIMBOLIZA GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ PARA LA LITERATURA HISPANA?

 

NO TE SALVES DE MARIO BENEDETTI

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

LA ORACIÓN SIMPLE SEGÚN LA MODALIDAD


Hay distintas clases de oraciones según la modalidad. Las modalidades oracionales son las distintas maneras de expresar un enunciado según la actitud del hablante y su intención. Desde este punto de vista nos encontramos con los siguientes tipos o clases de oración:

1. ENUNCIATIVAS O ASEVERATIVAS.  Informan sobre la realidad de un hecho de modo objetivo.

a)AFIRMATIVAS.  Afirman algo. Ejemplo: Tus hijos están en la piscina.

b)NEGATIVAS. Niegan algo. Ejemplo: No vino Juan.
 

2. INTERROGATIVAS. Piden una respuesta ante una pregunta sobre el contenido, total o parcial, de la oración. Tipos:
 

a) DIRECTAS.  Tienen forma interrogativa: ¿...?

 
     - TOTALES.  Se pueden contestar con “Sí” o “No”. 

      ¿Te vienes con nosotros?

 
  - PARCIALES.  Llevan pronombres o adverbios interrogativos y se interesan sólo por un elemento de la  oración. 

      ¿Qué has comprado? ¿Cuándo viene tu amigo?

 
      b) INDIRECTAS. No tienen forma interrogativa.

      Funcionan como complemento directo  de un verbo que  las introduce:

         Dile si vendrá mañana al cumpleaños de mi primo.
 
 
          3.EXCLAMATIVAS. Expresan sentimientos o emociones. Tienen forma exclamativa: ¡...!

        Ejemplo: ¡Por fin llegó tu primo!
 

4. OPTATIVAS O DESIDERATIVAS.  Expresan el deseo de que un hecho ocurra, o no. Llevan el verbo en  subjuntivo.

         Ejemplos: ¡Ojalá apruebe!  Que  no se entere nadie. 

 
5. IMPERATIVAS.  Expresan mandato. 

      Ejemplos:  Ven aquí. Cierra la puerta.

 
6. EXHORTATIVAS.  Expresan ruego o mandato atenuado.

        Ejemplos:  Por favor, ven aquí.   Cierre usted la puerta.

 
7. DE POSIBILIDAD o PROBABILIDAD.  Comunican un hecho posible o probable. Suelen llevar el verbo en condicional o  futuro de indicativo.

         Valdría unas mil pesetas. Serán las dos y media.

 
8. DUBITATIVAS.  Expresan duda. Llevan el verbo en subjuntivo y a veces en indicativo. Se enuncian con adverbios de duda  (quizá, acaso, tal vez, etc.)             

          Quizá me lo compre, Acaso lo vea.

 

LA ORACIÓN SIMPLE SEGÚN EL TIPO DE "SE"


1.      Con Función Oracional:

a.       Variante de “LE/LES”: Es, en realidad, un “le/les” pronombre referente de complemento indirecto. Aparece cuando complemento directo (CD) e indirecto (CI) son sustituidos por sus pronombres a la vez en la misma frase. Esto crearía cacofonía, así que “le/les” se convierte en “se”. Al ser su sustituto, este “se” siempre funciona de CI: Él se lo compraba.

 

b.      Oración Simple REFLEXIVA con “SE”: Aparece cuando el sujeto realiza y recibe la acción a la vez. Suele funcionar de CD, exceptuando cuando ya hay otro CD en la oración, en cuyo caso el pasa a desempeñar la función de CI:

§  Reflexiva con SE de CD: María se lava.

§  Reflexiva con SE de CI: María se lava la cara.

 

c.       Oración Simple RECÍPROCA con “SE”: Los dos entes del sujeto se realizan la acción uno a otro. Al igual que el anterior, es CD a no ser que ya haya un CD en la oración, en cuyo caso pasa a ser CI:

§  Recíproca con SE de CD: Juan y María se escriben.

§  Recíproca con SE de CI: Juan y María se escriben cartas.

 

2.      Sin Función Oracional:

a.      Pronominal: Es un “se” necesitado por el verbo, ya que varía su significado con él (enamorarse, sentarse…): El niño se queja de un dolor en el brazo.

 

b.      Dativo de interés: Es un “se” que no aporta ninguna información, sólo énfasis (interés), por lo tanto se puede prescindir de él en la oración: El hombre se bebió un vaso de vino.

 

c.       Impersonal: Es aquella oración construida con “se” y que no tiene sujeto. El verbo aparece en tercera persona del singular: Se castiga a los niños.

 

d.      Pasiva refleja: Como en la pasiva perifrástica, el sujeto no realiza la acción, sino que la padece. La mejor prueba para encontrarlo es transformar la oración en pasiva perifrástica y añadirle un complemento agente. El verbo aparece en tercera persona del singular o del plural: Se conocieron los resultados.