Don Alvaro, o la fuerza del sino (fragmento del Acto III, escena 3ª)
El teatro representa
una selva en noche muy oscura. Aparece al fondo Don Álvaro, solo, vestido de
capitán de granaderos; Se acerca lentamente y dice con gran agitación:
DON ÁLVARO: (solo)
¡Qué carga tan insufrible
es el ambiente vital
para el mezquino mortal
que nace en signo terrible!
¡Qué eternidad tan horrible 5
la breve vida! Este mundo,
¡qué calabozo profundo,
para el hombre desdichado,
a quién mira el cielo airado
con su ceño furibundo! 10
Parece, sí, que a medida
que es más dura y más amarga
más extiende, más alarga
el destino nuestra vida.
Si nos está concedida 15
sólo para padecer,
y debe muy breve ser
la del feliz, como en pena
de que su objeto no llena,
¡terrible cosa es nacer! 20
Al que tranquilo, gozoso,
vive entre aplausos y honores,
y de inocentes amores
apura el cáliz sabroso,
cuando es más fuerte y brioso, 25
la muerte sus dichas huella,
sus venturas atropella;
y yo, que infelice soy;
yo, que buscándola voy,
no puedo encontrar con ella. 30
Mas, ¿cómo la he de obtener,
¡ desventurado de mí!,
pues cuando infeliz nací,
nací para envejecer?
Si aquel día de placer 35
(que uno solo he disfrutado),
fortuna hubiese fijado,
¡Cuán pronto muerte precoz
con su guadaña feroz
mi cuello hubiera segado! 40
1. TEMA
2. RESUMEN
3. MÉTRICA: CÓMPUTO SILÁBICO, VERSO, RIMA, ESTROFA.
4. RECURSOS ESTILÍSTICOS
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