4.1.1.
JOSÉ DE ESPRONCEDA
Espronceda
(1808-1842) es el gran poeta del primer Romanticismo. Desde joven su vocación
literaria se compromete con la defensa de la libertad y sufre el destierro en
Londres, Burdeos y París. En 1833, regresa a España con Teresa Mancha, mujer
casada, cuya relación tuvo un final dramático evocado en el Canto a Teresa.
En Madrid combina el periodismo y la literatura con su actividad política en
defensa del republicanismo. En su obra poética se pueden señalar varias
tendencias:
§ Poesías líricas: expresan sentimientos de admiración hacia la
naturaleza o de pesimismo y desengaño ante la realidad: A una estrella, A
Jarifa en una orgía.
§ Poesía patriótica y política que se inscribe en el Romanticismo
liberal y progresista: A la muerte de Torrijos, A la patria.
§ Poemas de personajes marginados o malditos, símbolos de la
rebeldía romántica: Canción del pirata, El mendigo, El reo de muerte.
§ Poemas narrativos: El Diablo Mundo, poema inacabado que
narra la historia de un hombre inocente (Adán), maltratado y corrompido por una
sociedad injusta. El estudiante de Salamanca es un extenso poema
polimétrico protagonizado por don Félix de Montemar, personaje semejante a don
Juan Tenorio, que provoca la muerte de Elvira y desafía a Dios, y persigue en
la noche a una misteriosa mujer que resulta ser el esqueleto de su amada
muerta.
Espronceda refleja los nuevos temas románticos
pero exagera la expresión del sentimiento. Su estilo es excesivamente patético (abundan
exclamaciones, lamentos, sentimientos extremos de entusiasmo o de
desesperación) y retórico, porque acumula recursos que ahogan la sinceridad y
la naturalidad del poema: exclamaciones, interrogaciones, léxico sonoro y
rebuscado —sempiterna, breñoso, hórrida…—. En la métrica el rasgo
distintivo de Espronceda y de todos los poetas románticos es la polimetría: empleo
de todo tipo de versos y de combinaciones de estrofas.
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