domingo, 21 de septiembre de 2014

TEMA I: EL ROMANTICISMO


1. ¿QUÉ ES EL ROMANTICISMO?

El Romanticismo es un movimiento cultural y artístico, nacido en Alemania e Inglaterra a comienzos del siglo XIX, que exalta los sentimientos, las pasiones, la imaginación y defiende la libertad en el arte, en la moral y en la sociedad. Sus temas y características son:

§  Expresión de los sentimientos y pasiones, especialmente del amor inalcanzable.

§  Admiración ante la naturaleza a la que se atribuye alma y vida propias.

§  Deseo de libertad en la vida y en el arte; rebeldía contra el orden social y político.

§  Pesimismo y angustia ante la muerte y el misterio de la existencia.

§  Huida de la realidad en el tiempo (hacia una Edad Media idealizada) y en el espacio (hacia tierras lejanas).

 
2. CONTEXTO HISTÓRICO-CULTURAL DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX
 
(La libertad guiando al pueblo Eugene Delacroix 1830)

El desarrollo del Romanticismo está condicionado por importantes sucesos históricos que favorecen un deseo general de libertad en los pueblos:

§  La Revolución francesa (1789) elimina la Monarquía absolutista, los privilegios de la aristocracia y consolida el poder de la burguesía y la República.

§  Napoleón Bonaparte aspira a dominar Europa y provoca la guerra de Francia con Inglaterra, Austria, Rusia y la guerra de Independencia española (1808-1812).
 
 
 
(El dos de mayo de 1808 Francisco de Goya)
 

§  En España, el rey Fernando VII (1814-1833) deroga la Constitución liberal de Cádiz (1812) e inaugura un reinado de tiranía y monarquía absoluta. Los artistas e intelectuales liberales emigran a Francia o Inglaterra para evitar la persecución política.
 

§  Lucha política entre los partidarios del absolutismo (doctrina que defiende la soberanía absoluta del rey, aliado a la nobleza) y el liberalismo o republicanismo (doctrina que proclama la soberanía democrática del pueblo y el Parlamento).

 
3.ORÍGENES DEL ROMANTICISMO: GOETHE

Las obras del escritor y poeta alemán Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) se convirtieron en modelo para una gran parte de la literatura romántica. En su extensa producción destacan dos obras:

§  Fausto, extenso poema narrativo, es la historia de un viejo sabio, Fausto, que hace un pacto con el demonio Mefistófeles para que le devuelva la juventud. Fausto rejuvenece y seduce a Margarita, pero este amor provoca al final la muerte de la madre y del hermano de la muchacha y de la propia Margarita.

§  Werther, novela epistolar que relata la historia del joven Werther, enamorado de Carlota (casada con Alberto) y por cuyo amor imposible se suicida.

 
4. ORÍGENES DEL ROMANTICISMO ESPAÑOL

El Romanticismo llegó a España con retraso: el reinado de Fernando VII provocó la emigración de muchos intelectuales e impidió la difusión de las nuevas ideas y gustos románticos que procedían de Europa. Se introdujo tímidamente en algunas revistas y en discusiones literarias que querían presentar a España como país romántico por sus romances medievales, por la libertad de su teatro del Siglo de Oro y por el exotismo que en nuestro país apreciaban los visitantes extranjeros. Con la muerte del monarca (1833), la política se liberaliza; los emigrados regresan e introducen las nuevas ideas.

El Romanticismo español triunfa definitiva, aunque tardíamente, con Don Álvaro o la fuerza del sino (1835) del duque de Rivas y con el reconocimiento de la obra de Larra y Espronceda.

 
4.1. LA LÍRICA DEL ROMANTICISMO

Los poetas del Romanticismo pertenecen a dos generaciones distintas: los poetas del primer Romanticismo (Espronceda, Zorrilla, el duque de Rivas) y los del Romanticismo tardío (segunda mitad del siglo xix) a la que pertenecen Bécquer y Rosalía de Castro. La lírica de este primer Romanticismo se caracteriza por los siguientes rasgos:

§  Temas románticos (sentimientos, naturaleza, pesimismo ante la realidad).

§  Lenguaje sonoro y grandilocuente que intensifica la expresión de los sentimientos.

§  Polimetría: se combinan libremente estrofas y versos de distinta medida.

 
4.1.1. JOSÉ DE ESPRONCEDA

Espronceda (1808-1842) es el gran poeta del primer Romanticismo. Desde joven su vocación literaria se compromete con la defensa de la libertad y sufre el destierro en Londres, Burdeos y París. En 1833, regresa a España con Teresa Mancha, mujer casada, cuya relación tuvo un final dramático evocado en el Canto a Teresa. En Madrid combina el periodismo y la literatura con su actividad política en defensa del republicanismo. En su obra poética se pueden señalar varias tendencias:

§  Poesías líricas: expresan sentimientos de admiración hacia la naturaleza o de pesimismo y desengaño ante la realidad: A una estrella, A Jarifa en una orgía.

§  Poesía patriótica y política que se inscribe en el Romanticismo liberal y progresista: A la muerte de Torrijos, A la patria.

§  Poemas de personajes marginados o malditos, símbolos de la rebeldía romántica: Canción del pirata, El mendigo, El reo de muerte.

§  Poemas narrativos: El Diablo Mundo, poema inacabado que narra la historia de un hombre inocente (Adán), maltratado y corrompido por una sociedad injusta. El estudiante de Salamanca es un extenso poema polimétrico protagonizado por don Félix de Montemar, personaje semejante a don Juan Tenorio, que provoca la muerte de Elvira y desafía a Dios, y persigue en la noche a una misteriosa mujer que resulta ser el esqueleto de su amada muerta.

 
Espronceda refleja los nuevos temas románticos pero exagera la expresión del sentimiento. Su estilo es excesivamente patético (abundan exclamaciones, lamentos, sentimientos extremos de entusiasmo o de desesperación) y retórico, porque acumula recursos que ahogan la sinceridad y la naturalidad del poema: exclamaciones, interrogaciones, léxico sonoro y rebuscado —sempiterna, breñoso, hórrida…—. En la métrica el rasgo distintivo de Espronceda y de todos los poetas románticos es la polimetría: empleo de todo tipo de versos y de combinaciones de estrofas.

 
4.1.2. JOSÉ ZORRILLA

José Zorrilla (1791-1865) fue el poeta más renombrado de su época no solo por su drama Don Juan Tenorio sino por el conjunto de su poesía, que gozó de la estima general del público. Zorrilla tenía una gran facilidad para escribir verso, pero no era un poeta; su talento se expresa mejor en las Leyendas, poemas narrativos de tema histórico o religioso y ambientación medieval que abundan en episodios pintorescos: riñas, hombres embozados, milagros, castillos, damas enamoradas.

 
4.2. EL DRAMA ROMÁNTICO

 El Romanticismo encontró su expresión más popular en el drama romántico, género teatral cuyas características son las siguientes:

§  Mezcla de tragedia y comedia. El drama romántico mezcla elementos trágicos (final desgraciado, escenas de violencia, personajes elevados) y cómicos (personajes humildes, humor). Además, en la misma obra se combinan la prosa y el verso.

§  Rechazo de las unidades clásicas de tiempo y lugar. El drama romántico respeta la unidad de acción, pero incumple las unidades de tiempo y de lugar (la historia no dura un día sino meses o años, y no transcurre en un solo lugar sino en varios).

§  Ambientación y personajes medievales, con castillos, mazmorras, escenas nocturnas, tormentas, trovadores, caballeros, damas cortesanas…

§  Predominan los temas del amor imposible, el honor y el destino adverso: los protagonistas no alcanzan el amor a causa de algún obstáculo (la fatalidad, la diferencia de clase social, la oposición familiar) lo que finalmente conduce a la muerte.

 
4.2.1. EL DUQUE DE RIVAS

Ángel de Saavedra, duque de Rivas (1797-1865), escribió Romances históricos, basados en crónicas y leyendas medievales, pero debe su fama a Don Álvaro o la fuerza del sino, drama que supuso el triunfo del teatro romántico. En este drama, don Álvaro mata involuntariamente al padre de su amada Leonor (que ingresa en un convento). Don Álvaro se hace ermitaño para liberarse de su sentimiento de culpa, pero recibe la visita de un hermano de Leonor que acusa a don Álvaro de convivir con su hermana bajo hábitos religiosos. Don Álvaro no puede reprimir su ira, mata en duelo a este hombre y, desesperado, se arroja desde una montaña.

 
4.2.2. JOSÉ ZORRILLA

Don Juan Tenorio (1844), basada en El Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, es la obra más popular del repertorio dramático español. En ella, Zorrilla trazó de forma casi definitiva el carácter de «Don Juan», personaje y mito de la literatura universal: don Juan Tenorio es un joven aristócrata sevillano que presume de amoríos y crímenes. Se enamora de la novicia doña Inés pero, sorprendido cuando la visita, mata a su padre e Inés muere de sufrimiento. La estatua que adorna la tumba del comendador le invita a una cena en su propia cripta, a la que don Juan, valeroso, acude. Cuando parece que va a ser conducido a los infiernos, la intervención del alma de Inés, que confirma el amor puro de don Juan, sirve para conseguir su salvación. El desenlace difiere bastante del de la obra de Tirso: esta es un ejemplo de condena por confiar en el arrepentimiento; la de Zorrilla es un ejemplo de salvación gracias al amor.

 
4.2.3. OTROS DRAMATURGOS ROMÁNTICOS

§  Antonio García Gutiérrez (1813-1887) estrenó en 1836 El trovador, drama que relata el amor imposible por desigualdad social entre el trovador Manrique, de origen humilde, y la joven aristócrata Leonor, obligada a casarse con otro hombre. Esta obra sirvió de modelo para la ópera Il trovatore del músico italiano Giuseppe Verdi.

§  Juan Eugenio Hartzenbusch (1806-1880), de origen alemán, escribió Los amantes de Teruel, estrenada con gran éxito en 1837, basada en la conocida leyenda de los amores de Diego de Marsilla con Isabel de Urbina: Diego, de origen pobre, ha pedido a la familia de Isabel un plazo de seis años para enriquecerse y merecer el amor de la muchacha. El destino y la adversidad hacen que regrese cuando ya Isabel se ha casado con otro hombre. Por fidelidad matrimonial ella rechaza a Diego y ambos mueren de desesperación.

 
4.3. LA PROSA EN EL ROMANTICISMO

Durante el Romanticismo dos son las principales manifestaciones narrativas: el costumbrismo y la novela histórica.

§  El costumbrismo es un estilo literario que describe costumbres, lugares o individuos buscando sus aspectos típicos o pintorescos. Los escritores costumbristas se dieron a conocer en los «artículos» o «cuadros de costumbres» que aparecían en los periódicos. Hay costumbristas que buscan solo los aspectos folclóricos (Estébanez Calderón, Escenas Andaluzas); otros proyectan una burla amable sobre ciertos tipos o manías (Mesonero Romanos, Escenas Matritenses), existe, por último, un costumbrismo satírico (Larra, Artículos) que intenta reformar la sociedad.

§  La novela histórica es un género que relata episodios del pasado con un fondo documentado de ambientación histórica. Además de un argumento atractivo abundante en luchas, amores imposibles, castillos, villanos y tempestades…, la novela histórica ha de ofrecer descripciones y conocimientos sobre la época. El creador de la novela histórica fue el escritor escocés Walter Scott (17711832), cuyas obras (Ivanhoe, Quentin Durward) se convirtieron en modelos del género. En España, cultivaron la novela histórica Larra (El doncel de don Enrique el Doliente, 1834), Espronceda (Sancho Saldaña, 1834), Navarro Villoslada (Amaya o los vascos en el siglo viii, 1877) y otros. La más estimable novela histórica española, con gran acierto en la descripción de paisajes, es El señor de Bembibre (1844), de Enrique Gil y Carrasco.

 
4.3.1. MARIANO JOSÉ DE LARRA

Mariano José de Larra, Fígaro (Madrid, 1809-1837) se dedicó desde muy joven al periodismo. Contrajo matrimonio con Josefina Wetoret, pero se enamoró de una bella mujer casada, Dolores Armijo. Colaboró en los principales periódicos de Madrid y fue un periodista popular y admirado. Su amor contrariado hacia Dolores Armijo, su decepción ante la política y su temperamento pesimista le condujeron al suicidio en 1837. Larra publicó el drama Macías y la novela histórica El doncel de don Enrique el Doliente (basadas en la leyenda del trovador Macías). Su obra principal son los Artículos, breves piezas satíricas en que la descripción o la narración de una anécdota sirven de soporte para la reflexión crítica sobre la sociedad.

La intención de los Artículos es criticar diversos aspectos de la sociedad española de la época: la ignorancia y mala educación, la burocracia, la incompetencia de los políticos y el atraso del país. Para ello, Larra recurre a la sátira. Entre los Artículos más conocidos están:

§  El casarse pronto y mal. Una pareja de jóvenes se casa de forma precipitada y sin medios económicos; su convivencia se va degradando hasta terminar en tragedia.

§  Vuelva usted mañana. El autor relata las inútiles gestiones de un amigo francés que quiere establecer un negocio en Madrid, al que continuamente despachan con la frase «Vuelva usted mañana». Desalentado por las trabas burocráticas, renuncia a su proyecto.

§   El castellano viejo. Narra cómo el autor se ve obligado a asistir a un banquete en el que todos los comensales demuestran su mala educación.

§  El Día de difuntos de 1836. La tradicional visita a los difuntos le sugiere al autor la visión de la ciudad y el país entero como un inmenso cementerio. Como en otros de sus últimos artículos (La Nochebuena de 1836, Horas de invierno), Larra refleja aquí una visión desesperanzada de la existencia que le conducirá finalmente al suicidio.

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